Miguel, de Sevilla, me escribe y cuenta que su madre siempre ha sido una persona muy criticona y, como consecuencia, él se ha transformado en un hombre retraído e inseguro, que está constantemente juzgándose a sí mismo y a los demás. Pregunta: ¿cómo superar las críticas y lidiar con personas difíciles, principalmente, cuando esas personas son nuestros padres?

Miguel, por un lado, es consciente de que algunas características de su personalidad se han forjado por influencia de su madre, en la infancia. Y por otro lado manifiesta una preocupación actual: ¿cómo superar las críticas y lidiar con personas difíciles, principalmente, cuando esas personas son nuestros padres? 

En cuanto al pasado: el hecho de darse cuenta de que su personalidad se ha forjado bajo la influencia de una madre muy crítica, ya le da una pequeña ventaja a la hora de desligarse, desprenderse de ese pasado. 

Desde el enfoque del autoconocimiento -que adopto en este podcast- a Miguel le conviene saber que él no es su personalidad. Su madre le ha ayudado o le ha influenciado a formar una personalidad, pero él no es esa personalidad. No es esa máscara tras la que ha ocultado su verdadera esencia. 

¿Para qué la ha ocultado? Para llevar adelante su infancia y para sobrevivir a una madre muy crítica. Así, fue forjando un personaje retraído, siempre inseguro, influenciado por esa acción de la madre. 

Pero esa no es su esencia; su esencia ha quedado escondida detrás de lo que podemos llamar su personaje, su personalidad, su carácter o su neurosis. De niño Miguel adoptó esas características que le permitieron sobrevivir, y en la actualidad se da cuenta de que, si sigue apegado a esa estrategia de sobrevivencia de su infancia, no tiene una vida de adulto plena, no se puede expresar plenamente.

“¿Cómo superar las críticas y lidiar con personas difíciles, principalmente, cuando esas personas son nuestros padres?”, pregunta.

Miguel ha adoptado una manera de actuar de su madre, y ya no necesita a su madre para que lo critique: él mismo, admite, se enjuicia constantemente. Puesto que está todo el tiempo en la energía de la crítica y de la autocrítica, solo ve en el mundo mucha crítica… hacia él. Repito: está todo el tiempo criticándose, y criticando al mundo. En consecuencia, el mundo interior en el que vive es un mundo dominado por el juicio, por la búsqueda de imperfecciones, de posibles correcciones. 

Detrás, late el sentimiento de que ni él  ni nadie es como debiera realmente ser. “Necesita” sentir eso, para confirmar que su madre no fue como tenía que haber sido. 

Es lo que aprendió en la infancia: reproduce la manera de su madre y, en la medida en que lo hace, solo ve gente difícil, gente que critica. 

Este es un buen ejemplo del fenómeno llamado “proyección”: no hace falta que nadie critique a Miguel para que en él esté vibrando la energía de la crítica. Alimenta constantemente, en sí mismo, la energía de la crítica. 

Parece obvia la gran confusión que arrastra entre lo que es el mundo, entre lo que es él, y lo que es su madre. Por eso, le sugeriría que buscara la manera de recibir ayuda… Necesita la ayuda de una persona que le sirva de espejo explícitamente, para tomar conciencia de que ese espíritu crítico está en él, no fuera de él. 

Esto se consigue en un proceso en donde se establece una relación sana con una persona. Se sana en el seno de una relación que deja de funcionar de la forma que él quiere establecer las relaciones siempre. Una relación que decepcione su propuesta de “te critico o me criticas: que la crítica nos una”.

Mi sugerencia es que pida ayuda y que, por otro lado, si todavía no ha dado el paso, empiece a practicar meditación. En su carta manifiesta que ya sabe que va por la vida juzgándose y criticando al mundo. La meditación puede ayudarle a darse cuenta de ello “en el momento mismo de criticar”, cuando el mecanismo está a punto de dispararse. 

Por último: hasta que Miguel no logre relacionarse sanamente consigo mismo desde un lugar de aceptación, de plena aceptación, un lugar de cariño, un lugar amoroso… lo más seguro es que siga reproduciendo este mecanismo consistente en ir a buscar las pegas, ir a buscar los problemas en sí mismo o en los demás.