Hace varios meses que –con la generosa ayuda de varias personas amigas- estoy preparando un nuevo proyecto profesional llamado EL ARTE DE EXISTIR.
El primer movimiento de ese ambicioso plan pasa por la realización de un podcast. Ello me hace contactar, otra vez, con mi experiencia juvenil en Argentina; con la época en que realicé –impulsado por la ilimitada osadía veinteañera- varios programas de radio.
EL ARTE DE EXISTIR aspira también a adoptar, con el tiempo, la estructura de Seminario” on line, con videos, meditaciones, talleres presenciales, retiros, conferencias… Un intento de integrar en un programa bien organizado todo lo que vengo compartiendo de manera algo anárquica durante los últimos veinte años.
Me gusta emplear, en mi proyecto, la palabra “Seminario”, por lo que evoca del acto de sembrar, de arrojar semillas, de diseminar algo para que fructifique (en este caso, mi propia experiencia en el camino de la auto conciencia y de la comprensión de la existencia).
Como digo, hace varios meses que –pese al Covid 19 y sus efectos colaterales- trabajo en este proyecto. Seguramente el primer podcast ya debería estar realizado y disponible, pero no acabo de lanzarme, me distraigo, procastino, evito. Lo cual, no se me oculta, son distintas maneras de expresar el temor al fracaso que suele acompañar a toda nueva empresa.
De este asunto –mi proyecto, y el miedo al fracaso- estuve conversando con la piedra ayer por la tarde.
“Te comprendo –dijo la piedra, cuando le expliqué lo que me está pasando-: la vida le ofrece al ser humano infinitas formas de fracasar. Es sumamente fácil fracasar en cualquier ámbito de la experiencia.”
“¡Qué agobio! Voy dejando pasar los días, y entonces empiezo a sentirme culpable por no ‘hacer los deberes’, por no avanzar.”
“Estás sufriendo inútilmente”, afirmó la piedra.
“¿Inútilmente? ¡No lo puedo evitar!”
“Inútilmente quiere decir… por simple ignorancia.”
“¿Y qué es eso que debería saber para NO sufrir?”
“A esta altura de tu vida –dijo- ya deberías saber que puedes fracasar como profesional, como estudiante, como artista, como conyugue, como padre… Y que, sin embargo, como Ser Humano… no hay manera de fracasar.”
“¿….?”
“Sí, no me mires con esa cara: ya deberías saber que Éxito y Fracaso son conceptos, objetos mentales. Y los conceptos no son aplicables en la dimensión del Ser.”
“¿Por qué?”
“El Ser, ‘lo que es’, no puede ser abordado desde la mente ni los conceptos, pues éstos son ‘atributos’ del Ser.”
“Si te entiendo bien, quieres decir que la mente no es una herramienta apropiada para abordar el Ser Humano, para el autoconocimiento.”
“Lo has entendido bien. La mente aprehende los objetos como dualidad, mediante la discriminación, la comparación, el juicio. Y ninguna de las formas que puede ir adoptando una vida puede ser juzgada, ni para condenar, ni para premiar.”
“Deduzco, entonces, que lo que me acabas de decir se aplica por igual al ‘triunfo’.”
“Exactamente igual. Saberlo, te asegura mucha tranquilidad en la vida cotidiana. Puedes tener más o menos público para el podcast, más o menos participantes en tu seminario, pero eso no te puede hacer triunfar o fracasar como ser humano. Además, vivir consciente de que no puedes triunfar ni fracasar como Ser Humano… es una forma de practicar el arte de existir.”